miércoles, 25 de julio de 2007

SILENCIO Y DOLOR

A mis diecisiete años, llegué a convivir con un hombre del que me enamoré pero no pretendía casarme con el, por circunstancias y situaciones de la vida me embaracé de él, y al no contar con el apoyo de mi familia, fui obligada mediante presión y amenazas de muerte a quedarme a vivir con él.
Desde entonces me sujetó a su forma de vida, prohibiéndome las salidas de casa, no me dejaba ir a ningún lado, peor visitar a mi familia, mucho menos trabajar, siempre me tenia ahí en la casa, fueron catorce años en los cuales no podía salir a la calle, el era muy celoso, cualquier hombre que pasaba por la calle, si me hablaba o sonría decía que era mi amante.
El siempre pensó mal de mi, los maltratos físicos eran constantes hacia mi persona, y mis hijos quedaron traumados por la violencia que ejercía su padre sobre todos nosotros.
Hace como 8 años que estoy viviendo en Santa Cruz, cambié de ciudad, pero seguí envuelta en el círculo de la violencia, seguía manteniéndome esclavizada y sujeta a sus malos tratos, como insultos, humillación, y toda forma de violencia física, psicológica y sexual, de forma tal que me tenia totalmente amedrentada.
Todo el tiempo estaba renegando, obligándonos hacer las cosas, no era cariñoso con sus hijos, el tiempo que disponía en la casa se dedicaba a mirar televisión, ordenaba que se le aliste la ropa bien planchada, los zapatos lustrados, mis hijos y yo obedecíamos todo por temor a que nos pegue, mi hija mayor se acercaba mas a él, por miedo y para proteger a sus hermanos menores.
Toda esta situación de violencia la viví en silencio, en alguna oportunidad mis hermanas mayores trataron de ayudarme, pero fue en vano, pues el ejercía mucho poder sobre mí persona. Fueron dieciséis años que estuve sumergida en la humillación, el dolor, la tristeza, desesperación y angustia. Todo lo aguantaba por amor a mis siete hijos que de cierta forma querían a su padre.
En el mes de Junio, decidí denunciarlo a Casa de la Mujer, donde recibí ayuda legal y psicológica, también me acogieron en el refugio durante el desarrollo del proceso.